La primera nevada de este invierno no fue tan copiosa como se temía pero, por precaución, la Delegación del Gobierno optó, desde primera hora de la mañana de ayer, por prohibir el tránsito de vehículos pesados en algunas carreteras con el fin de evitar el bloqueo de las grandes vías de circulación. Esta decisión, por la cual fueron embolsados unos 240 camiones en el eje Aranda-Miranda -a los que se sumaron casi otros 400 por la tarde, aunque a última hora se empezó a dejar transitar a algunos- contribuyó a dar mayor fluidez al tráfico de vehículos ligeros, que fue lento por la presencia de placas de hielo en el asfalto y el riesgo de accidente.
La ciudad, por su parte, amaneció enmoquetada de blanco y con el Plan de Emergencias activado, aunque en el polígono de Villalonquéjar se registraron problemas para acceder a las empresas dado que las máquinas quitanieves no pudieron despejar a tiempo todos los viales secundarios. La presidenta de la asociación empresarial de este complejo, Silvia Pereda, reconoció que la Policía Local reaccionó rápido a la petición de medios para limpiar la nieve y, al mismo tiempo, pide al Ayuntamiento que actúe «antes por las entradas y salidas de las fábricas a primera hora de la mañana». Por la tarde volvió a complicarse la situación en Burgos.
Los principales problemas de circulación en las carreteras de Burgos tuvieron lugar por la mañana y a partir de las 17,30 horas, cuando el temporal volvió a descargar nieve sobre la provincia.DB
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