La trayectoria protagonizada por el mercado de compraventa de plazas de garaje en los últimos años refleja un cambio de tendencia a la baja en Burgos, tanto en las inversiones como en los hábitos de los propietarios de los vehículos. Así lo analizaba el estudio 'Variación acumulativa de los garajes en España en 2021', documento del portal inmobiliario Fotocasa que destacaba la caída del 12% de los precios en la provincia con respecto a 2020.
Esa línea general choca con la resistencia ofrecida por algunos puntos concretos de la capital. El inminente comienzo de las obras de peatonalización proyectadas en las calles Francisco Grandmontagne y Roma provocará la pérdida de algunas ubicaciones valiosas en la zona. Y mientras el bipartito profundiza en los estudios de viabilidad prometidos para la construcción de dos aparcamientos en el parque Félix Rodríguez de la Fuente (o la posibilidad de ampliar el existente) y en Lavaderos, la oferta escasea o resulta poco atractiva para el ciudadano.
La figura del emprendedor particular que adquiría una serie de aparcamientos para explotar su alquiler y posterior venta a futuro tiende a desaparecer porque estas oportunidades de negocio ya no ofrecen la rentabilidad de antaño. «En este momento hay mejores opciones. Ahora solo se invierte en garajes cuando los compradores tienen la necesidad de encontrar una plaza», aclaran desde Atrio Inmobiliaria.
Basta con hacer un repaso por las distintas empresas especializadas y consultar a los expertos del sector para comprobar que solo algunas zonas o situaciones concretas del mercado mantienen el tirón de siempre.
La demanda del centro histórico, sobre todo en la parte alta y en las calles con acceso peatonal, encabeza las ofertas con plazas que pueden superar los 30.000 euros. «Son casos excepcionales», matizan en Inmobiliaria Centro.
Si bien el valor de venta aún es alto, los precios están lejos de los 40.000 euros habituales del pasado o de las tarifas que aún se manejan en ciudades como Madrid o San Sebastián porque «eso ya es otro mundo».
A pesar de ello, todavía queda un pequeño margen para cerrar operaciones valiosas por la ubicación o las condiciones de la plaza ofertada. Solo en esos casos contados, sobre todo los relacionados con fincas que no disponen de garaje comunitario y con pocas alternativas alrededor, la compraventa mantiene el listón alto. «Esas oportunidades de compra sí son caras y ocurren en aparcamientos concretos, como puede ser el de Venerables en el centro. Ahí se vende según pones el cartel», explican.
En líneas generales, la demanda ha bajado y la oferta se adapta a la situación de una sociedad que, poco a poco, cambia sus prioridades y su manera de entender la movilidad. «Ahora se compran menos coches y quien adquiere un vehículo de segunda mano prefiere tenerlo en la calle a invertir en una plaza que puede ser más cara que el propio automóvil», exponen en Centro, una visión compartida por sus colegas del sector. «La mentalidad de antes hacía que la gente optara por no dejar el coche en la calle si tenía la posibilidad y eso ahora ha cambiado», concretan en Atrio Inmobiliaria.
En otros puntos céntricos de la ciudad comocalle Segovia, Regino Saiz de la Maza o Villa Pilar también se resisten a amoldarse a los cambios con precios que alcanzan los 25.000 euros, aunque en San Pablo Inmobiliaria advierten de otro aspecto a tener en cuenta. Si en el pasado una vivienda se revalorizaba al contar con una plaza de garaje cerca, los propietarios de los coches optan ahora por el alquiler.
En una situación parecida se encuentra la oferta disponible al otro lado del río Arlanzón. Las Casillas, Santa Teresa, Progreso, El Carmen... allí resulta casi imposible encontrar algo por debajo de los 21.000 euros en esos sectores de la capital. Ya en Santa Dorotea y San Pedro y San Felices los precios bajan el pistón para asentarse alrededor de los 15.000 en Cellophane.
Gamonal es otro ejemplo que muestra la paradoja que vive el mercado actualmente. Esta zona de la capital sufre en una histórica falta estructural de aparcamientos subterráneos y, a la vez, no es capaz de cubrir la oferta aún disponible -sobre todo en concesión-. «No hay vivienda nueva con garaje propio y, aunque haya demanda, las opciones son pocas», indican desde San Pablo Inmobiliaria.
Esta situación hace que los precios se resistan a seguir la tendencia bajista de otros puntos de la ciudad. Incluso las plazas gestionadas por los bancos aguantan el pulso, siempre dependiendo del punto concreto ofertado.
Los 15.000 euros que puede costar una plaza en localizaciones como Luis Alberdi o Federico García Lorca aumenta a los 18.000 de Grandmontagne, Alejandro Yagüe o en la zona Capiscol.Con todo, algunas oportunidades concretas de compra pueden superar los 20.000 euros.
La realidad sí cambia en los sectores alejados del centro y de nueva construcción. Una parte importante de estos edificios cuenta, incluso, con dos plazas por piso y existe una cómoda disponibilidad para aparcar en la calle sin necesidad de dar vueltas.
Además, en muchos casos son propiedad de los bancos, como ocurre en el barrio de San Pedro. Ello también provoca que en varias zonas del S-3, S-4 o Villímar haya a la venta garajes por 5.000 euros con difícil salida en estos momentos. «El mercado de las plazas de garajes desapareció cuando las entidades financieras se quedaron con ellas tras la crisis inmobiliaria. Ni se vendieron, ni se alquilaron, por lo que perdieron su valor», resumen en Atrio.
La situación ha evolucionado en los últimos años de forma «inversamente proporcional a la vivienda, que ha remontado poco a poco». «Están a la venta plazas de garaje particulares que los vecinos se pegaban por ellas hacen 20 años y ahora no las quieren a los precios de entonces», resumen desde Inmobiliaria Centro.
Las personas interesadas en adquirir una plaza pueden recurrir a las concesiones, una fórmula que también ha perdido fuelle en algunos sectores de la ciudad, incluso en el centro como en Reyes Católicos, Federico Martínez Varea o Baden Powell. Mientras, en Gamonal hay plazas libres de este tipo «desde hace dos décadas». «En épocas de bonanza entra todo, pero hoy resulta complicado que alguien pague 20.000 euros por un garaje en concesión», comentan.DB
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