Los establecimientos de hostelería y el comercio serán, junto a los vecinos, los más afectados por las incomodidades que supondrán durante al menos entre 8 y 10 meses las obras de peatonalización de la calle Francisco Grandmontagne y de la plaza Roma. Sin embargo, aunque confían en que las actuaciones den una nueva vida al barrio, lamentan que no se hayan dado alternativas para poder aparcar.
Durante la mañana de ayer arrancaron las actuaciones en la calle Roma con el vallado y la retirada de más de una docena de vehículos que habían hecho caso omiso de las señales. La actuación ha provocado que tres terrazas de hostelería se hayan eliminado, de modo que sus dueños se verán perjudicados. «En Gamonal hay que hacer cambios y se necesitan las obras aunque las tengamos que sufrir», aseguró Santiago, propietario de dos bares afectados, uno en la calle Roma y otro en Francisco Grandmontagne.
Desde la Asociación de Comerciantes Zona G reconocen las incomodidades aunque celebran que el Ayuntamiento les informe de forma permanente. «La recompensa vendrá después pero echamos de menos alternativas al aparcamiento», indicó su gerente. db
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