Era la primera vez que organizaban una feria de gangas conjunta después de no pocos intentos e, incluso, enfrentamientos al coincidir en el tiempo el evento que hasta este año celebraban por separado. Estrenaban también ubicación, el patio exterior del monasterio de San Juan, y la meteorología no quiso acompañarles en esta aventura comercial. Sin embargo, las asociaciones Centro Burgos y Zona G, de Gamonal, no pueden estar más satisfechas de la iniciativa desarrollada el pasado fin de semana, ya sea en lo referencia al número de visitas y, sobre todo, de ventas.
«Prácticamente han dado salida a todo el stock que trajeron», señala el gerente de esta última agrupación, Borja García, quien destaca la buena sintonía que ha habido entre los responsables de ambas entidades sectoriales, así como el inmejorable ambiente generado entre los empresarios. En la misma línea se expresa su compañera de Centro Burgos, Belén Marticorena, para quien la cita ha puesto de manifiesto que «nos necesitamos todos», con independencia de dónde ejerzan su actividad los negocios.
Con el objetivo de dar salida a los excedentes de la temporada de otoño-invierno, además de visibilizar el comercio local, el evento atrajo a 26 establecimientos, principalmente, del equipamiento de la persona (ropa, calzado y complementos), cuyos responsables han convivido durante tres días con el frío en un emplazamiento que consideran privilegiado pero cuya «falta de mantenimiento» ha provocado «goteras constantes», dificultando en este sentido el «desarrollo normal de la muestra y el trabajo de los participantes».
A pesar de todo, más de 8.500 personas se acercaron al monasterio de San Juan desde el pasado viernes y hasta el domingo, siendo el sábado por la tarde el momento de mayor afluencia de público. Tanto Marticorena como García valoran de forma muy positiva dicha cifra, que resulta superior a la última feria que celebró la asociación del centro en un espacio cerrado como el Fórum (7.000 visitas) e inferior a la de Gangamanía en el Coliseum, con 16.000 entradas.
Sobre este aspecto, el gerente de Zona G subraya que, aunque el número de visitantes ha sido menor, las ventas se han incrementado entre un 10 o un 20% en comparación con la última edición de 2019. En este sentido y al igual que la representante de Centro Burgos, asegura que este éxito puede deberse a la ausencia de un evento comercial de estas características durante tres años, ya que estos últimos ejercicios se ha llevado a cabo en cada establecimiento, lo que supone un mayor atractivo para el público y, por tanto, una mayor asistencia.
Con un balance más que favorable, las dos agrupaciones ya piensas en repetir la iniciativa. De hecho, esta semana se reunirán con la concejala de Comercio,Rosa Niño, para abordar esta cuestión. Centro Burgos es partidaria de repetirla a principios de septiembre, coincidiendo con el fin de las rebajas de verano, mientras que Zona G ve más conveniente una sola cita al año en estas fechas. En lo que ambas coinciden es en que «el comercio tradicional está vivo y sigue siendo un atractivo fundamental para los ciudadanos y los turistas que visitan la capital».DB
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