Regenerar el antiguo pueblo de Gamonal después de años de abandono no es fácil, pero si no se empiezan a dar pasos, aunque sean pequeños, su deterioro será irreversible. La iniciativa privada solo ha logrado construir una nueva casa tras derribar la antigua y rehabilitar otra, mientras que el resto de edificaciones están en estado ruinoso o se han derribado y el suelo que ocupaban se ha vallado.
Por ello, se hace necesaria la intervención pública para tratar de reactivar la recuperación de este entorno. El equipo municipal de Gobierno impulsará una iniciativa que consistirá en permutar el suelo o las edificaciones y ofrecer a sus propietarios el aprovechamiento urbanístico en otro sector, tal y como avanzó este periódico en diciembre de 2022. Posteriormente, el Ayuntamiento usaría esas parcelas del viejo Gamonal para impulsar viviendas de alquiler social destinadas a los jóvenes.
El pliego de condiciones que regirá el concurso de permutas ya está elaborado y se publicará el próximo mes, según explicó el concejal de Fomento, Daniel Garabito, que ayer mismo trasladó algunos detalles del mismo a la Asociación Conde Belveder, que aglutina a un importante número de propietarios. Sin embargo, las primeras sensaciones ante la propuesta generaron muchas dudas a los asistentes a la reunión, según indicó su presidenta, Gloria Burgos.
A la espera de conocer los detalles del pliego, Garabito avanzó que se permutará un metro cuadrado de edificabilidad en el pueblo antiguo por otro en la parcela de 1.500 metros cuadrados de propiedad municipal en el sector 51.01 Camino de la Plata, junto a la residencia de las Hermanitas de los Pobres. Los dueños que más metros aporten tendrán más puntos.
En el suelo municipal se podrían levantar unas 20 viviendas, pero para ello los propietarios que logren suelo ahí tendrán que ponerse de acuerdo para urbanizar y desarrollar el bloque de viviendas. «Ven complicado ponerse de acuerdo con los otros propietarios, además permutar metro por metro no parece mucho. No resulta muy atractivo», indicó Gloria Burgos, que es la única que sí optó por tirar su antigua vivienda y hacer otra nueva.
Honorato Rupelo, otro de los propietarios, recordó que hay parcelas que han pasado a los herederos y son de 30 personas. «No dan soluciones personalizadas y somos personas que no entendemos de urbanismo», apuntó.
Desde la Asociación Conde Belveder promoverán una reunión después de Semana Santa para explicar los detalles del pliego mientras el concejal de Urbanismo aseguró que los técnicos del área asesoran a los propietarios a la hora de hacer los trámites.
Actualmente hay entre 60 y 70 dueños de unas 86 propiedades entre casas y parcelas. El Plan de Reforma Interior (PERI) que regula urbanísticamente este entorno permite más aprovechamientos de los existentes y el uso de los bajos para pequeños negocios.
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