La fallida remodelación de la plaza de Santiago cuyo coste rondó los 2 millones de euros tiene tres deficiencias: la persistencia de al menos cuatro goteras en el aparcamiento subterráneo, la aparición de fisuras en la superficie y pequeños abombamientos en diferentes puntos del espacio público.
Un informe externo encargado al Grupo de Investigación Auscultación, Instrumentación y Control de Estructuras Ausinco), dependiente de la Universidad de Burgos, concluyó que ninguno de las dos primeros eran achacables ni a la empresa que redactó el proyecto y que ejerció la dirección facultativa, EIC, ni tampoco a la que ejecutó la obra, Construcciones Ortega.
Sin embargo, ayer se conoció que en ese mismo informe, cuyos resultados se desvelaron en diciembre, se ponía de manifiesto que los abombamientos pueden achacarse a un fallo del proyecto y, por lo tanto, se podría exigir responsabilidad a la empresa que realizó el proyecto. «Al carecer de ventilación la cámara intermedia, el aire intenta escaparse por donde puede y produce esos abombamientos y ello es achacable a un fallo del proyecto. Hay que dar una solución técnica a ese defecto y el coste se imputará al proyectista, dado que no es una situación sobrevenida», señaló el concejal de Urbanismo, Daniel Garabito.
Paralelamente, en base a un informe del área de Infraestructuras, EIC deberá elaborar un proyecto para la reparación de las goteras que todavía persisten en el aparcamiento subterráneo aunque el coste de esta actuación recaerá en el Ayuntamiento, dado que no se puede reclamar ni al proyectista ni a la empresa que ejecutó la obra.
Sin embargo, en el caso de las fisuras y grietas de la superficie, aunque no son la causa de las goteras pero sí un problema estético, los proyectistas deben justificar que las «juntas de dilatación estaban bien calculadas», según el edil.
Cabe señalar que el informe externo achacó las fisuras a movimientos en los forjados antiguos como consecuencia de las dilataciones o contracciones producidas por los cambios de temperatura.
De este modo, el Ayuntamiento ha pedido a la dirección de la obra de la plaza Santiago, que también recayó sobre EIC, que dé instrucciones al contratista, Construcciones Ortega, para que repare las goteras, las fisuras y los abombamientos en base a la documentación técnica aportada por el proyectista. «El coste de las actuaciones lo tendrá que asumir el Ayuntamiento en el caso de que no se pueda atribuir responsabilidad a nadie o a EIC en el caso de los abombamientos, que sí son achacables a un fallo».
Daniel Garabito confía en que la reparación de todos los fallos se haga lo «más pronto posible», aunque evitó dar plazos. DB
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