Devoción por el Corpus chico. El barrio de Las Huelgas ha vivido con pasión e intensidad la fiesta del Curpillos desde primera hora de la mañana con cientos de burgaleses que se han echado a la calle, a pesar del calor sofocante, para participar en las tradiciones de esta cita en la que todo gira alrededor del Monasterio de Santa María de Las Huelgas.
Los Gigantillos y Gigantones, los danzantes de Burgos, las danzas de María Ángeles Saiz, los militares, así como las autoridades civiles son de los primeros en llegar a las cercanías del monumento Patrimonio Nacional donde se desarrollan la parte más tradicional e institucional de este día.Mientras a esas misma hora, entorno a las 11.00 de la mañana. en el parque del Parral se vive ya la fiesta con los miles de burgaleses que comienzan a acercarse y a buscar sitio a la sombra, pero eso será parte de otra información que podrán seguir también en este periódico tanto en su edición digital como en papel.
En las Huelgas todo comienza con el volteo de campanas y, según manda el riguroso protocolo, se recibe a las autoridades para dar comienzo a la misa, que oficia el arzobispo Mario Iceta, que debutaba en esta cita el pasado 2022.Los burgaleses, por su parte, buscan sitio bajo los árboles para poder seguir la procesión que comenzó hacia las 12.30 horas, después de saludar a la madre abadesa del convento. Con muchas ganas de ver a los Gigantillos y Gigantones se acercan decenas de familias con niños pequeños como es el caso de Valeria que llega con sus padres y su abuela hasta la calle Alfonso VIII. «Es un día de fiesta en el que ya empieza a oler a San Pedro y a vacaciones», afirma feliz Nicolasa Colina, vecina del barrio, que no suele faltar ningún año, solo los de COVID.El correo de Burgos.
Comentarios