El equipo de Gobierno asume ya que no se llegará a tiempo para colocar antes del 12 de noviembre el pavimento táctil que el propio Ayuntamiento de Burgos exige en la nueva Ordenanza de Terrazas para que en las llamadas zonas singulares (en las calles Sombrerería, San Lorenzo, en la plaza Roma, Diego Porcelos, Arco del Pilar y el estrechamiento al inicio de la plaza del Rey San Fernando) los negocios de hostelería puedan seguir sacando las mesas y sillas a la calle. Así lo reconoce el concejal de Licencias, Ignacio Peña, que admite que no existe tiempo material para que antes de esa fecha pueda estar licitada, contratada y ejecutada la colocación de esa franja de firme que el Consistorio, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo, requiere en la ordenanza para garantizar el derecho de las personas invidentes a disponer de un itinerario peatonal.
Para ser exactos, la colocación de ese pavimento podotáctil por el centro de estas calles es la solución que se encontró en la Concejalía de Licencias para sortear una sentencia del Supremo en la que se recordaba que «todo itinerario peatonal discurrirá siempre de manera colindante o adyacente a la línea de fachada». Y solo había dos posibilidades: o prohibir todas aquellas terrazas que únicamente se pueden colocar pegadas a los edificios (ya que es necesario dejar un espacio de paso para los vehículos de emergencia) o permitirlas en zonas excepcionales, pero siempre y cuando se dé a las personas invidentes una alternativa con la colocación de ese firme rugoso (similar al que hay junto a los pasos de peatones).
El problema viene porque el Ayuntamiento no tendrá listo ese pavimento especial antes del 12 de noviembre, fecha límite para que los negocios de hostelería soliciten la renovación de la licencia. Y no es menos cierto que el anterior Ejecutivo sabía que iba a ser misión imposible tener ejecutada la colocación del pavimento antes de esa fecha. Sin embargo, se apresuró a tener aprobada la Ordenanza para cumplir con su programa de Gobierno y tener lista la normativa antes de que finalizara el mandato. Aunque hubiera daños colaterales.
Peña, precisamente, culpa de la situación a la «herencia» dejada por el bipartito del PSOE y Cs. Fundamentalmente, porque se han encontrado sin apenas margen de maniobra, ya que la partida presupuestaria necesaria para colocar este pavimento especial no ha estado disponible hasta que en julio, ya con la nueva Corporación, se aprobó de manera definitiva la modificación de crédito que permite disponer del dinero para la obra. A ello se suma que no se dejaron listos, ni mucho menos lanzados, los pliegos para poder contratar los trabajos.
¿Existe alguna posibilidad de dar una moratoria o de prorrogar el plazo para el cumplimiento de esta exigencia y evitar que las terrazas se tengan que retirar? El concejal de Licencias lamenta que (...).DB
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