El semáforo espía, también conocido como 'foto rojo' ha provocado un notable disgusto a al menos cuatro conductores del Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes (Smyt), que han tenido que aflojar la cartera por haber sido 'cazados' durante el año pasado rebasando la señal con el disco iluminado en rojo.
Los conductores de los autobuses urbanos han abonado ya la sanción en el periodo voluntario para beneficiarse del descuento del 50% y aminorar la multa de 200 a 100 euros. A esto se suma que el Smyt abonará el 60% del importe y el trabajador el 40% restante, ya que así lo establece el artículo 59 del convenio colectivo vigente.
Las multas que los conductores de autobuses reciben por sobrepasar el semáforo en rojo ya fue objeto de polémica, ya que los sindicatos denuncian que en muchas ocasiones los vehículos se encuentran con que han atravesado el semáforo en ámbar e incluso en verde, pero debido a su longitud (hay autocares de 18 metros) se han topado con la foto. Y ya el problema no es solo la sanción económica sino la pérdida de cuatro puntos en el permiso de conducir.
En tres de los cuatro casos en los que los que se acaban de aprobar por parte del Ayuntamiento el descuento en la sanción, los conductores han sido 'cazados' en la avenida de Cantabria. Para ser exactos, en dos ocasiones a la altura del número 41 y en otra en el número 21 (en este caso en dirección salida de la ciudad). En una ocasión cerca de las 23 horas y las otras dos veces a primera hora de la mañana (antes de las 10) y de la tarde (a las 17.15 horas).
La otra ocasión en la que el semáforo espía cazó a un conductor del servicio fue el pasado mes de agosto en la calle Vitoria, junto a la intersección con la calle La Chopera. El trabajador del Smyt tendrá que asumir 40 euros de la multa.
Ni ser un gran conocedor del lugar donde se encuentran los semáforos espía evita que los conductores sean fotografiados por sobrepasarlos en rojo.
Por parte del comité de empresa defienden que muchas de las multas suceden porque una parte del vehículo se queda sin pasar cuando el semáforo se cambia a rojo. «No podemos frenar en ese momento, dado que los pasajeros se caerían», apuntaron.
Aseguran que en muchas ocasiones, además, no pueden cumplir con el horario de muchas de las líneas como consecuencia de la reducción a 30 kilómetros a la hora de muchas vías, a la realización de obras que afectan a los trayectos o las podas de los árboles en horas punta. Una situación que genera un notable estrés en los conductores en el intento por cumplir con los horarios y no hacer esperar a los ciudadanos.
El Smyt tiene previsto reforzar en los próximos meses algunas líneas, pero aún se desconoce cuáles serán. Se abordará en uno de los próximos consejos.DB
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