Pese a ofrecer distintos matices e incluso alguna que otra discrepancia sobre un mismo problema, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos y la oposición han alcanzado un acuerdo en el pleno municipal de este viernes para analizar de manera conjunta y reducir en la medida de lo posible la siniestralidad vial en la ciudad. Para ello, los tres grupos políticos con representación municipal han acordado reunirse cada seis meses, en comisiones de Urbanismo y Movilidad, con el fin de valorar la implementación de nuevas medidas.
No era esa la intención inicial del PSOE, que aparte de una Comisión Mixta de Urbanismo, Movilidad y Tráfico también proponía abordar el asunto desde el urbanismo táctico. Un término que no ha gustado nada al concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, porque le parece un «esnobismo». Para Vox, directamente, se trata de un concepto «rimbombante». Y no solo eso, ya que para el edil de Seguridad Ciudadana, Ignacio Peña, celebrar comisiones específicas resulta «innecesario» porque ya se toman medidas por otras vías y, además, considera que las estadísticas de Burgos «no son superiores» a las de otras ciudades de similar tamaño.
Al margen de dichas posturas, el socialista Julio César Arnáiz ha subrayado que «las distracciones al volante tienen una relación directa con el diseño», hasta el punto de ser «la principal causa de los atropellos». No directamente, pero a consecuencia de los despistes cuando se circula durante mucho tiempo en línea recta. Por lo tanto, una de las medidas recogidas en su proposición sería la «alteración de los carriles de circulación para generar atención». Por ejemplo, redistribuyendo las zonas de aparcamiento para obligar a conducir en zigzag.
Tirando de datos, concretamente de la Dirección General de Tráfico (DGT), Manso replicaba que «tres atropellos mortales en un año es muy poca muestra» tras señalar que el número de fallecimientos por este motivo ha pasado de 1.104 en el año 93 a 301 en 2021. De paso, ha aprovechado para defender la gratuidad del autobús urbano para mayores de 65 alegando que al menos «un tercio de los atropellados es mayor de 60 años». En lo que sí estaba de acuerdo el edil de Urbanismo, y de ahí el posterior acuerdo, es en la necesidad de llevar a cabo «intervenciones más potentes». De entrada, según ha esgrimido, «ampliando aceras o disminuyendo carriles», pero no obligando a que «los vehículos tengan que hacer yincana». Por último, ha asegurado que desde su área ya se está trabajando para instalar pasos de cebra inteligentes y dos glorietas en las calles Victoria Balfé y Condesa Mencía.
EL CORREO DE BURGOS
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