La ciudad incorporará sensores para el conteo de personas en tiempo real que permita el control de flujos y la detección de zonas saturadas. Así lo establece el pliego de condiciones técnicas del Sistema de Inteligencia Turística de Burgos, cuyo desarrollo se encuentra actualmente en licitación.
El área de Modernización Administrativa del Ayuntamiento de Burgos sacaba a concurso esta iniciativa el pasado lunes con carácter urgente, pues ha de ejecutarse en el plazo máximo de un año para poder beneficiarse de los fondos europeos comprometidos para su implantación. El valor del contrato en cuestión es de 216.216 euros y el plazo para que las empresas interesadas presenten sus ofertas culmina el 11 de septiembre.La instalación de este sistema es una de las 25 medidas que configuran el Plan de Sostenibilidad Turística diseñado en 2022 por Promueve, ahora ProBurgos, para su progresiva puesta en marcha entre 2023 y 2026.
El propósito general de la propuesta busca subsanar deficiencias detectadas en la fase de diagnóstico previa a la elaboración del citado documento, que concluyó que a pesar del valioso patrimonio que atesora la capital burgalesa, también «presenta, como destino turístico, una importante falta de cohesión territorial -tanto interna de la propia ciudad, como con los municipios del entorno-, así como deficiencias en la integración de su oferta, algunas con elevada presión y otras infrautilizadas por no estar dentro de los circuitos habituales».Así, dadas las dificultades de gestión vinculadas con la «inexistencia de información en tiempo real de los flujos turísticos» los técnicos responsables del proyecto a concurso estiman que es preciso «llevar a cabo actuaciones que ayuden a monitorizarlos, facilitando la regulación de visitas a las diferentes zonas».
A ello contribuirá, esa es la idea al menos, la implantación del sistema denominado Smart Office Burgos con el que, en definitiva, «se pretenden imbricar la tecnología en un nuevo modelo turístico sostenible e inteligente» y «digitalizar la infraestructura de la oficina de turismo para extraer datos de relevancia que alimenten el mencionado sistema».
El contrato licitado tiene por objeto la prestación de los suministros y servicios necesarios para materializar tales propósitos mediante una plataforma tecnológica ‘big data’ «preparada para integrar todas las herramientas precisas para garantizar la gestión turística eficiente y a participación de los distintos actores involucrados».
Además de los sensores ya indicados, la actuación incluye puntos digitales de información turística en lugares estratégicos como las estaciones de tren y autobuses y un la creación de un espacio virtual para la relación con empresas y agentes del sector, tales como comercios, alojamientos, restaurantes, monumentos o guías, entre otros.
La plataforma diseñada tendrá que poder alinearse con la que tiene previsto desarrollar la Junta de Castilla y León, así como las impulsadas por otras entidades en el ámbito nacional. Su utilización, en todo caso, «deberá permitir a Burgos incrementar la calidad de los servicios turísticos ofertados, adecuarlos a la demanda, diversificar la oferta, desestacionalizar las visitas, impulsar procesos de promoción y comercialización y llevar a cabo marketing digital y materiales interactivos que repercutan en más viajeros, estancias más largas y más gasto», ahí es nada.
La empresa adjudicataria no tendrá que suministrar los servicios físicos necesarios, que serán proporcionados por el propio Ayuntamiento.
Por otra parte, el contrato obliga a proveer a la Oficina de Turismo (Citur) del material necesario para explotar el sistema desde sus instalaciones. Como mínimo el licitador tendrá que suministrar un ordenador, una tablet y una pantalla de información. Una oficia técnica creada a tal efecto velará por el correcto desarrollo del proyecto y el cumplimiento del pliego.
EL CORREO DE BURGOS.
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