Con la llegada del calor, las víboras —el único grupo de serpientes venenosas autóctonas en la península ibérica— se hacen más activas, pero también más discretas. Aunque el verano es su época de mayor movimiento, lo cierto es que pasan gran parte del día refugiadas del sol, en entornos frescos y húmedos que les permiten regular su temperatura corporal. Conocer sus hábitats preferidos no solo ayuda a entender su comportamiento, sino también a extremar las precauciones si vas a hacer rutas por zonas rurales o de montaña en provincias como Burgos, donde su presencia es frecuente. Especialmente en las horas del mediodía y primeras horas de la tarde que aprovechan para moverse.
Lugares frescos, húmedos y con vegetación densa
En verano, las víboras no se exponen durante horas al sol. Buscan refugios naturales bajo zonas de sombra y humedad, donde puedan descansar, cazar o esconderse de depredadores. En el caso de Burgos, esto suele ocurrir en espacios con vegetación baja y cerrada: matorrales, zarzales, pastizales altos y sotobosques densos, donde el suelo se mantiene fresco incluso en días calurosos.
el correo de burgos
Comentarios