La extensión del cribado del cáncer de mama a los 74 años ha permitido aflorar 34 casos en Burgos entre el 1 de enero y el 31 de agosto, lo cual significa que, de media, cuatro mujeres de más de 70 años han confirmado diagnóstico en cada mes del 2025. Es un dato relevante, dado que las personas de esa franja etaria estaban excluidas de este programa de detección precoz por una cuestión de edad: hasta finales del 2024 el límite para participar estaba fijado en 69 años.
El cáncer de mama es el más frecuente entre mujeres de todas las edades y el tercero de mayor incidencia en población general, por lo que el cribado de detección precoz es el más antiguo de cuantos ofrece la Junta. En Burgos empezó a funcionar en 1993 (un año después que en Ávila, Segovia, Soria y Valladolid, que fueron las primeras provincias en implantarlo) y, entonces, concernía a mujeres de entre 45 y 65 años, a las que podían sumarse otras de edades distintas si tenían antecedentes familiares que indicaran mayor riesgo de desarrollar tumoraciones. A comienzos del siglo XXI, en 2003, los datos relativos a incidencia de este tipo de cáncer determinaron una primera extensión de la cohorte y se amplió de los 45 a los 69 años.
Dos décadas después, y de nuevo ante la evidencia científica de que el riesgo de desarrollar cáncer aumenta con la edad y de que el Consejo Europeo instara en 2022 a los países miembros a intensificar la prevención, la Consejería de Sanidad decidió adelantarse al Ministerio y elevar el límite de edad para participar en el cribado radiológico de los 69 a los 74 años. El acuerdo se adoptó en febrero del año pasado, pero no entró en vigor hasta septiembre, cuando se empezaron a enviar las primeras cartas a mujeres con edades comprendidas en esta horquilla y, hasta ese momento, excluidas del programa.
La importancia de esta medida (y de la detección precoz en general), se constata ahora, con los primeros datos oficiales al respecto. El primero y más llamativo con respecto al 2024 es que en solo tres meses de cribado ampliado se disparó la participación: se realizaron 23.099 mamografías, lo cual supone un máximo histórico y un incremento del 29% con respecto a los datos del año previo (17.897, siempre según información oficial de la Consejería de Sanidad).
Semejante respuesta no fue exclusiva de Burgos, sino que se dio en buena parte de la Comunidad: Palencia (30 % más), Salamanca (55% más), Segovia (23% más) o Ávila (11% más). En provincias con población muy envejecida, en las que el cambio en el cribado tiene una repercusión más limitada, como Zamora, la participación apenas subió un 2,5% y en Soria, de hecho, se hicieron menos pruebas que el año anterior. En Valladolid no hubo cambios.
Tratamiento. El segundo dato relevante tras la ampliación del cribado es el número de cánceres diagnosticados: 34 en Burgos solo en 2025 (del último trimestre del 2024 no se dispone de información oficial). Y si estos tumores se han confirmado en mujeres con participación activa en el cribado cuando tenían menos de 69 años, lo más probable es que se haya localizado en una fase precoz. Es decir, con mejor pronóstico.
La importancia de la detección precoz radica en que permite diagnosticar la enfermedad en una fase precoz y comenzar el tratamiento cuando el tumor está localizado en un único punto, sin metástasis. Y por norma general, en un estadio que garantiza mayor supervivencia a las pacientes.
De ahí que la Consejería de Sanidad inste a las mujeres a acudir a las pruebas, siempre y cuando no tengan más de 74 años. Sobre todo a aquellas que forman parte de ese 20% que, siempre según información oficial, rehúsa la participación en el cribado. En esos casos, pueden acudir a la Unidad de Atención a la Mujer (UAM) y pedir cita para hacerse la mamografíaDB
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