Evitar el cierre. Actuar antes de sumar un local vacío más. Un espacio en el que apoyar a quien está bloqueado con un negocio que no termina de cuajar o que ha entrado en crisis. Es el objetivo de la nueva herramienta de trabajo que ha planteado el nuevo presidente de la Asociación de Comerciantes Zona G de Gamonal, Miguel Ángel Iniesta. «Hablamos mucho de fomentar el emprendimiento, el traspaso de negocios, pero los que están completamente olvidados son los negocios que están a punto de cerrar, no tienen ningún teléfono o ningún mentor al que decirle, me está yendo mal y no sé como manejar esto», remarca Iniesta.
Por ello, plantea que desde la Asociación de Zona G se desarrolle un servicio de apoyo al comerciante que está a punto de bajar la persiana para siempre. «Buscamos dar una alternativa a esos negocios antes de tomar la difícil decisión de cerrar, echar una mano en ver cómo potenciar el negocio, si hay un problema en la logística o no encuentra personal», señaló el presidente de Zona G.Recuerda Iniesta que alguien que acaba en el paro «tiene formaciones, ayudas, ayuda del SEPE, pero cuando un autónomo tiene que cerrar su negocio sea un autónomo o una pequeña empresa está completamente solo», señala. De ahí que plantee un apoyo «primero desde Gamonal, quien esté pensando en poner el cartel de liquidación, puedan encontrar a alguien que le dé un punto de vista más en global de lo que está fallando».
Uno de los objetivos que Iniesta se ha planteado dentro de la estrategia global de reducir el número de locales comerciales vacíos en el barrio de Gamonal. Un análisis de datos refleja que en toda la zona se han contabilizado unos 1.100 locales vacíos con una gran variabilidad. «Hay locales muy pequeños, otros de 30 metros… Parece un número muy grueso, pero no son tantos lo que sí hay que conseguir es que todos esos locales tengan actividad».
Un trabajo en el que son conscientes que, en primer lugar, hay que analizar por qué está cerrado. «Unas veces es una cuestión de precio, el propietario quiere un valor concreto y no le importa tenerlo sin uso, hay que ser más razonable, porque si una calle pierde actividad comercial va a tener un precio por metro cuadrado mayor que en una calle donde todo está vacío», reseña. Remarca que todo este ámbito se mueve en un tira y afloja entre la oferta y la demanda, pero «no es igual de fácil vender o alquilar un local que lleva cinco años cerrado que el que lleva tres meses, hay palancas que se pueden mover para que las calles recuperen su actividad en el barrio de Gamonal».
Seis plazas de rotación
En el comercio de esta zona, uno de los grandes problemas ha sido y es la falta de aparcamiento. Una situación en la que se buscan alternativas. Mientras el Parking del Silo se pone en marcha, se controla el aparcamiento de caravanas en el disuasorio y se logra el consenso necesario para un parking en el barrio se plantean las plazas en rotación. «El aparcamiento es algo que depende de la burocracia pero veo que el Ayuntamiento está motivado en buscar soluciones», responde Iniesta.
Entre esas soluciones alternativas están las plazas en rotación, denominadas zona rosa o naranja lo que se busca es que sean espacios donde «se pueda aparcar para hacer la compra, en un espacio limitado de tiempo, pero al que le faltan las fases de aprobación en pleno, cambio de normativa en el barrio etc», afirma. Sí sabe que el Ayuntamiento realizará en un primer momento un test con seis plazas para «comprobar qué tal funcionan, ahora es más fácil medir todo esto y una vez que veamos como se adapta se valorará ampliar más», señala.
Porque en la zona la falta de aparcamiento es un hándicap para el comercio y otros establecimientos. «Los clientes te dicen cuando llegan que han tardado una hora intentando aparcar es un problema que nos afecta muy directamente». Por ello, desde la entidad comercial esperan que el Ayuntamiento pueda plantear un control de caravanas que ocupan parte del disuasorio. EL CORREO DE BURGOS.
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