Ninguna empresa quiere hacerse cargo del problema de las goteras de la plaza Santiago. A esa conclusión ha llegado el equipo de Gobierno después de haber constatado, primero a través de un concurso que quedó desierto y después tras tantear al sector, que nadie quiere asumir una reparación en una intervención fallida que puede dar más dolores de cabeza que satisfacciones. Ante este panorama, el equipo de Gobierno ha cambiado de planes y en lugar de la intervención más ambiciosa de medio millón de euros que nadie quiere hacer, lo que se plantea ahora es una inversión más modesta de unos 150.000 para limitar la actuación al pavimento. Porque en la obra que se ejecutó en 2021 no solo falló la solución al problema de las goteras, que persistieron, sino que también se vieron muy rápido los desperfectos en el firme. Cabe recordar que en este momento hay abierta una zanja en mitad de la plaza y son abundantes las grietas y socavones. El concejal de Urbanismo, Manuel Manso, lamentó ayer l...