La provincia se aproxima al final del estado de alarma -acabará a las 24.00 horas del sábado- con 1.159 personas registradas como enfermas de la covid-19, después de que Atención Primaria haya dado el alta a 952 personas en solo tres días. Todas ellas tenían una sintomatología compatible con la enfermedad del coronavirus, por lo que se les hacía un seguimiento telefónico desde el centro de salud que ahora ha dejado de considerarse necesario; bien porque el paciente se ha restablecido o, también, porque se ha descartado la infección por el SARS-CoV-2.
La pandemia empieza a parecer un hecho del pasado, ya que otros dos pacientes del HUBU también pudieron marcharse ayer a casa y seguir rebajando así la incidencia de la covid-19 en los hospitales de la provincia, donde ya solo quedan ocho pacientes en planta (siete en el HUBUy otro en el Santiago Apóstol, en Miranda) y otros dos en la UCI, que es única para toda la provincia. El arandino Santos Reyes sigue sin ingresos de personas contagiadas desde el 2 de junio.
Si los centros de salud mantienen este ritmo de altas de casos todavía activos, Burgos podría llegar al final del estado de alarma con las mismas personas enfermas que cuando se decretó, el pasado 14 de marzo. Entonces eran 391 los enfermos de la covid-19 registrados como tal en Medora y fue justo ese sábado de mediados de marzo cuando el volumen de pacientes con necesidad de asistencia ambulatoria por la enfermedad del coronavirus empezó a incrementarse de forma exponencial. La razón es que a partir de ese momento se decidió considerar enferma a toda persona con síntomas compatibles con la infección y no solo a aquellas a las que se les corroboraba el contagio mediante prueba diagnóstica.DB
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