María Luisa Fernández, de 70 años, y su amiga Patricia Martín, de 72, se acercaron sobre las 11 de la mañana de ayer al Ayuntamiento de Burgos para solicitar la tarjeta que les permitirá viajar gratis en el autobús urbano . Sin embargo, no pasaron de la puerta de entrada al ver la cantidad de mayores haciendo cola, tanto en el Servicio de Información y Atención Ciudadana 010 para recoger el impreso que hay que rellenar como en el registro en el que hay que entregarle con los datos personales y el justificante de haber pagado dos euros por la expedición de la tarjeta en una entidad bancaria. «Ya volveremos otro día para hacer el trámite», aseguraron. Desde las 9 de la mañana que se abre la atención al público, cientos de mayores acudieron a la llamada sin mucha información de todo el procedimiento a seguir. Muchos se preguntaban entre ellos, en otras ocasiones se dirigían al personal de seguridad o a los funcionarios. Los que se pensaban que se iban a ir de allí con la tarjeta se de