San Pedro y San Pablo , «coherentes hasta el final», dedicaron buena parte de su vida a hacer «todo el bien que estaba a su alcance». «Martirizados» tras entregarse a las enseñanzas de Jesucristo, Burgos rinde cada año homenaje a su legado en su Día grande . Y así volvió a ser, en clave solemne pero no de fiesta, debido a la crisis sanitaria, aún latente, del Covid-19 . Desde la Catedral , a puerta cerrada y con aforo limitado por motivos de seguridad, el arzobispo, Fidel Herráez , centró ayer su homilía en ese inesperado virus que tanto ha cambiado nuestras costumbres en apenas tres meses y medio. Haciendo de tripas corazón, como el resto de los burgaleses, volvió a ejercer de anfitrión durante la tradicional ofrenda floral a Santa María la Mayor , esta vez de puertas hacia dentro pero retransmitida en directo a través de Youtube para todo el mundo. Para Herráez, el de ayer no era un día cualquiera. Celebró 24 años desde...